30 de des. 2012

La Mujer Esqueleto


Había hecho algo que su padre no aprobaba, aunque ya nadie recordaba lo que era. Pero su padre la había arrastrado al acantilado y la había arrojado al mar. Allí los peces se comieron su carne y le arrancaron los ojos. Mientras yacía bajo la superficie del mar, su esqueleto daba vueltas y más vueltas en medio de las corrientes.
Un día vino un pescador a pescar, bueno, en realidad, antes venían muchos pescadores a esta bahía. Pero aquel pescador se había alejado mucho del lugar donde vivía y no sabía que los pescadores de la zona procuraban no acercarse por allí, pues decían que en la cala había fantasmas.
El anzuelo del pescador se hundió en el agua y quedó prendido nada menos que en los huesos de la caja torácica de la Mujer Esqueleto.
El pescador Pensó: "¡He pescado uno muy gordo! ¡Uno de los más gordos!" Ya estaba calculando mentalmente cuántas personas podrían alimentarse con aquel pez tan grande, cuánto tiempo les duraría y cuánto tiempo él se podría ver libre de la ardua tarea de cazar.
Mientras luchaba denodadamente con el enorme peso que colgaba del anzuelo, el mar se convirtió en una agitada espuma que hacía balancear y estremecer el kayak, pues la que se encontraba debajo estaba tratando de desengancharse.
Pero, cuanto más se esforzaba, más se enredaba con el sedal. A pesar de su resistencia, fue inexorablemente arrastrada hacia arriba, remolcada por los huesos de sus propias costillas.
El cazador, que se había vuelto de espaldas para recoger la red, no vio cómo su calva cabeza surgía de entre las olas, no vio las minúsculas criaturas de coral brillando en las órbitas de su cráneo ni los crustáceos adheridos a sus viejos dientes de marfil.
Cuando el pescador se volvió de nuevo con la red, todo el cuerpo de la mujer había aflorado a la superficie y estaba colgando del extremo del kayak, prendido por uno de sus largos dientes frontales.
"¡Ay!", gritó el hombre mientras el corazón le caía hasta las rodillas, sus ojos se hundían aterrorizados en la parte posterior de la cabeza y las orejas se le encendían de rojo.
"¡Ay!", volvió a gritar, golpeándola con el remo para desengancharla de la proa y remando como un desesperado rumbo a la orilla. Como no se daba cuenta de que la mujer estaba enredada en el sedal, se pegó un susto tremendo al verla de nuevo, pues parecía que ésta se hubiera puesto de puntillas sobre el agua y lo estuviera persiguiendo.
Por mucho que zigzagueara con el kayak, ella no se apartaba de su espalda, su aliento se propagaba sobre la superficie del agua en nubes de vapor y sus brazos se agitaban como si quisieran agarrarlo y hundirlo en las rofundidades.
"¡Aaaaayy!", gritó el hombre con voz quejumbrosa mientras se acercaba a la orilla. Saltó del kayak con la caña de pescar y echó a correr, pero el cadáver de la Mujer Esqueleto, tan blanco como el coral, lo siguió brincando a su espalda, todavía prendido en el sedal. El hombre corrió sobre las rocas y ella lo siguió. Corrió sobre la tundra helada y ella lo siguió. Corrió sobre la carne puesta a secar y la hizo pedazos con sus botas de piel de foca.
La mujer lo seguía por todas partes e incluso había agarrado un poco de pescado helado mientras él la arrastraba en pos de sí.
Y ahora estaba empezando a comérselo, pues llevaba muchísimo tiempo sin llevarse nada a la boca. Al final, el hombre llegó a su casa de hielo, se introdujo en el túnel y avanzó a gatas hacia el interior. Sollozando y jadeando permaneció tendido en la oscuridad mientras el corazón le latía en el pecho como un gigantesco tambor. Por fin estaba a salvo, sí, a salvo gracias a los dioses, gracias al Cuervo, sí, y a la misericordiosa Sedna, estaba… a salvo… por fin.
Pero, cuando encendió su lámpara de aceite de ballena, la vio allí acurrucada en un rincón sobre el suelo de nieve de su casa, con un talón sobre el hombro, una rodilla en el interior de la caja torácica y un pie sobre el codo. Más tarde el hombre no pudo explicar lo que ocurrió, quizá la luz de la lámpara suavizó las facciones de la mujer o, a lo mejor, fue porque él era un hombre solitario. El caso es que se sintió invadido por una cierta compasión y lentamente alargó sus mugrientas manos y, hablando con dulzura como hubiera podido hablarle una madre a su hijo, empezó a desengancharla del sedal en el que estaba enredada.
"Bueno, bueno." Primero le desenredó los dedos de los pies y después los tobillos. Siguió trabajando hasta bien entrada la noche hasta que, al final, cubrió a la Mujer Esqueleto con unas pieles para que entrara en calor y le colocó los huesos en orden tal como hubieran tenido que estar los de un ser humano.
Buscó su pedernal en el dobladillo de sus pantalones de cuero y utilizó unos cuantos cabellos suyos para encender un poco más de fuego.
De vez en cuando la miraba mientras untaba con aceite la valiosa madera de su caña de pescar y enrollaba el sedal de tripa. Y ella, envuelta en las pieles, no se atrevía a decir ni una sola palabra, pues temía que aquel cazador la sacara de allí, la arrojara a las rocas de abajo y le rompiera todos los huesos en pedazos.
El hombre sintió que le entraba sueño, se deslizó bajo las pieles de dormir y enseguida empezó a soñar. A veces, cuando los seres humanos duermen, se les escapa una lágrima de los ojos. No sabemos qué clase de sueño lo provoca, pero sabemos que tiene que ser un sueño triste o nostálgico. Y eso fue lo que le ocurrió al hombre.
La Mujer Esqueleto vio el brillo de la lágrima bajo el resplandor del fuego y, de repente, le entró mucha sed. Se acercó a rastras al hombre dormido entre un crujir de huesos y acercó la boca a la lágrima. La solitaria lágrima fue como un río y ella bebió, bebió y bebió hasta que consiguió saciar su sed de muchos años.
Después, mientras permanecía tendida al lado del hombre, introdujo la mano en el interior del hombre dormido y le sacó el corazón, el que palpitaba tan fuerte como un tambor.
Se incorporó y empezó a golpearlo por ambos lados: ¡Pom, Pom!…. ¡Pom, Pom!
Mientras lo golpeaba, se puso a cantar "¡Carne, carne, carne! ¡Carne, carne, carne! ". Y, cuanto más cantaba, tanto más se le llenaba el cuerpo de carne. Pidió cantando que le saliera el cabello y unos buenos ojos y unas rollizas manos. Pidió cantando la hendidura de la entrepierna, y unos pechos lo bastante largos como para envolver y dar calor y todas las cosas que necesita una mujer.
Y, cuando terminó, pidió cantando que desapareciera la ropa del hombre dormido y se deslizó a su lado en la cama, piel contra piel.
Devolvió el gran tambor, el corazón, a su cuerpo y así fue como ambos se despertaron, abrazados el uno al otro, enredados el uno en el otro después de, pasar la noche juntos, pero ahora de otra manera, de una manera buena y perdurable.
La gente que no recuerda la razón de su mala suerte dice que la mujer y el pescador se fueron y, a partir de entonces, las criaturas que ella había conocido durante su vida bajo el agua, se encargaron de proporcionarles siempre el alimento. La gente dice que es verdad y que eso es todo lo que se sabe.


Conte Inuit del llibre "Mujeres que corren con lobos" de la escriptora aborigen i psicòloga Clarissa Pinkola Estés.


28 de des. 2012

L'herència més noble


Ja el sol s'havia posat entre l'embullo del bosc sobre els rius.
Els nens de l'ermita havien tornat amb el bestiar i estaven asseguts al foc, sentint al seu mestre Gautama, quan va arribar un nen desconegut i el va saludar amb flors i fruits.
Més tard, després d'una profunda reverència, li va dir amb veu d'ocell:
"Senyor Gautama, vinc al fet que em guiïs per la Sendera de la Veritat.
Em dic Satyakama"
"Beneït siguis -va dir el Mestre- I de quin casta ets, fill meu? Perquè només un brahmín pot aspirar a la suprema saviesa".
Va contestar el nen:
"No sé de quin casta sóc, Mestre; però vaig a preguntar-li a la meva mare".
Es va acomiadar Satyakama, va creuar el riu pel més estret, i va tornar a la barraca de la seva mare, que estava per final d'un arenal, fora del poble ja dormit. El llum il·luminava feblement la porta, i la mare estava fora, dempeus en l'ombra, esperant la tornada del seu fill.
El va agafar contra el seu pit, el va besar al front i li va preguntar què li havia dit el Mestre.
"Com es diu el meu pare? -va dir el nen- Perquè m'ha dit el Senyor Gautama que només un brahmín pot aspirar a la suprema saviesa".
La dona va baixar els ulls i li va parlar dolçament: "Quan jove jo era pobre i vaig conèixer molts amos. Només puc dir-te que tu vas venir als braços de la teva mare Jabala, que no va tenir marit".
Els primers rajos del sol cremaven en la copa dels arbres de l'ermita del bosc. Els nens, encara mullat el regirat cabell del bany del matí, estaven asseguts davant el seu Mestre, sota un arbre vell.
Va arribar Satyakan, li va fer una profunda reverència al Mestre i es va quedar dempeus en silenci.
"Digues-me -li va preguntar el Mestre- Saps ja de quin casta ets?"
"Senyor -va contestar Satyakama-, no sé. La meva mare em va dir: Jo vaig conèixer molts amos quan jove, i tu vas venir als braços de la teva mare Jabala, que no va tenir marit".
Llavors es va aixecar un rumor com el de les abelles molestades en el seu rusc. I els estudiants murmuraven entre dents de la desvergonyida insolència del nen sense pare. Però el Mestre Gautama es va aixecar, va portar al nen amb els seus braços fins al seu pit, i li va dir:
"Tu ets el millor de tots els brahmines, fill meu; perquè tens l'herència més noble, que és la de la veritat".

Rabindranath Tagore


22 de des. 2012

Alguns polítics bons...


Vídeo el discurs íntegre del president del grup parlamentari de la CUP-AE, David Fernàndez durant el debat d'investidura de Mas.




21 de des. 2012

Compartir


Hu-Song, filosofo d'Orient, va explicar als seus deixebles la següent història:
"Diversos homes havien quedat tancats per error en una fosca caverna on no podien veure gairebé res . Va passar algun temps, i un d'ells va aconseguir encendre una petita torxa. Però la llum que donava era tan escassa que així i tot no es podia veure res. A l'home, no obstant això, se li va ocórrer que amb la seva llum podia ajudar al fet que cadascun dels altres prenguessin la seva pròpia torxa i així compartint la flama amb tots la caverna es va il·luminar".

Un dels deixebles pregunto a Hu-Song:
Què ens ensenya, mestre, aquest relat?
I Hu-Song va contestar :
Ens ensenya que la nostra llum segueix sent foscor si no la compartim amb el proïsme. I també ens diu que el compartir la nostra llum no l'esvaeix, sinó que per contra la fa créixer.


18 de des. 2012

Una pedra al teu camí...


El distret va ensopegar amb ella.
El violent la va fer servir com a projectil.
L'emprenedor va construir amb ella.
El caminant cansat, la va fer servir com a seient.
Per als nens va ser una joguina.
Drummond va fer poesia amb ella.
David va matar a Goliat.
Miguel Àngel va extreure d'ella, la més bella escultura ...
En tots els casos la diferència no era a la pedra, sinó en la persona.
No hi ha pedra en el teu camí que no puguis aprofitar per al teu propi creixement.


17 de des. 2012

Mira't, que veus ?


Escena de la pel·lícula Angel-A de del director Luc Besson.
Qui som, que som....el que podem ser si ens veiéssim amb els ulls de la veritat i no amb els de la societat.




16 de des. 2012

Aquí i ara






La vida no t'està esperant enlloc, t'està succeint.
No es troba en el futur com una meta que has d'aconseguir, està aquí i ara, en aquest mateix moment, en el teu respirar, en la circulació de la teva sang, en el bategar del teu cor.
Qualsevol cosa que siguis és la teva vida i si et poses a buscar significats en una altra part, te la perdràs.

Osho







15 de des. 2012

Dissabte de curtmetratge


"Matar a un Niño" (The Child will Die). Un curtmetratge dels Germans Alenda, protagonitzat per Roger Princep, Cristina Marcos, Roger Álvarez i Manolo Solament. Candidat al Premi Goya 2012 al Millor Curtmetratge de Ficció.




14 de des. 2012

Dubtes ?


Hu-Song, filòsof oriental, parlava amb dos dels seus deixebles.
Un deixeble li va dir:
- Mestre, tinc molts dubtes.
- Aprendràs bastant - li va respondre Hu-Song.
Un altre deixeble li va dir:
- Mestre, no tinc cap dubte.
- Mai aprendràs res - li va indicar el mestre. I va explicar:
- El que dubta cerca; el que no dubte pensa que ja ho ha trobat tot i llavors deixa de pensar.
La incertesa del que dubta ensenya més que la certesa del que creu saber-ho tot. El dubte ens fa humils; de l'absoluta certitud neix la supèrbia.
- Tens raó - van dir els alumnes.
I Hu-Song va contestar:
- Ho dubto.


12 de des. 2012

Les cicatrius del mal geni


Una vegada hi havia un nen que estava sempre de mal humor i tenia molt mal geni. Quan s'enfadava, es deixava endur per l'ira i deia i feia coses que ferien les persones que tenia més a prop.
Un dia, el seu pare li va donar una bossa amb claus i li va dir que cada vegada que tingués un atac d'ira clavés un clau a la porta de la seva habitació. El primer dia en va clavar trenta-set. En el transcurs de les setmanes següents, el nombre de claus va anar disminuint. A poc a poc va anar descobrint que li era més fàcil controlar l'ira que no pas clavar claus en aquella porta de fusta massissa. Finalment, va arribar un dia que el nen no va haver de clavar cap clau. Ho va dir al seu pare i aquest li va suggerir que cada dia que no s'enrabiés podia desclavar un clau de la porta.
Va passar el temps i, un dia, el nen li va dir al pare que ja havia arrencat tots els claus. Aleshores el pare el va agafar de la mà, el va dur fins a la porta de l'habitació i li va dir:

- Fill, ho has fet molt bé, però fixa't en els forats que han quedat a la porta. Quan una persona es deixa endur per l'ira, les seves paraules deixen cicatrius com aquestes. Una ferida verbal pot fer tant de mal com una ferida física. L'ira deixa senyals. No ho oblidis mai!


11 de des. 2012

"The President"



Un dels arbres més grans del món es diu "The President", té 8,23 metres de diàmetre, 75,28 metres d'altura, una edat de 3.200 anys i 2 bilions de fulles. Es troba al Parc Nacional de les Sequoies, un parc nacional situat en la part sud de Serra Nevada, a l'est de Visalia, Califòrnia, Estats Units.
L'arbre va ser fotografiat per a l'edició de desembre de 2012 de la revista National Geographic pel fotògraf Michael "Nick" Nichols. La fotografia final és un mosaic de 126 imatges.





10 de des. 2012

El Mestre i l'escorpí


Un mestre oriental, quan va veure com un escorpí s'estava ofegant, va decidir treure´l de l'aigua.
Quan ho va fer, l'escorpí el va picar. Per la reacció al dolor, el mestre el va deixar anar, i l'animal va caure a l'aigua i de nou estava ofegant-se.
El mestre va intentar treure'l una altra vegada, i una altra vegada l'escorpí el va picar.
Algú que ho havia observat tot, es va apropar al mestre i li va dir: "Perdoni... però vostè és tossut! No entén que cada vegada que intenti treure'l de l'aigua el picarà?".
El mestre va respondre: "La naturalesa de l'escorpí és picar, i això no farà canviar la meva, que és ajudar".
I llavors, ajudant-se d'una fulla, el mestre va treure el escorpí de l'aigua i li va salvar la vida.

No canviïs la teva naturalesa si algú et fa mal; només pren precaucions.
Alguns persegueixen la felicitat,... uns altres la creen.


6 de des. 2012

El cor dels nens perduts


Cada tres segons, el món perd a un fill. Les raons d'aquesta tragèdia són diverses: la gana, la malnutrició, l'aigua contaminada o l'escassetat de vacunes.
El 20 de novembre, es va celebrar el Dia Universal del Nen. Per commemorar-ho i denunciar les condicions en què es troben milions de menors al món, l'organització International Children’s Fund va elaborar aquest simbòlic i emotiu vídeo, ‘The lost choir‘ (‘El cor perdut’), protagonitzat pels components de Wuppertaler Kurrende.




5 de des. 2012

La fi del món



Mestre, què està passant que el món sencer està convulsionat? Estan tots bojos? Serà veritat que estem al final dels temps, com diuen les profecies?
Fill, el temps no té ni principi ni final i les profecies no existeixen. El món està convulsionat perquè l'humà no deixa de ser un nen, i com a nen aprèn a caminar ensopegant i trencant tot al seu pas. Dóna-li temps, que algun dia aprendrà.
Tu, no perdis el teu centre; mes bé, pren seient i observa, aprèn i gaudeix. Què més pots fer?

Conte Zen.


4 de des. 2012

Vatn


Vatn[Islandès] = Aigua
En aquesta pel·lícula, l'aigua o Vatn, contempla la seva naturalesa dins de l'ecosistema d'Islàndia. L'aigua és la protagonista, una veu poderosa a tenir en compte, al mateix temps que conscient del seu paper en el medi ambient.
En els últims anys, poderoses multinacionals han creat indústries que, per primera vegada, amenacen greument la manera en la qual l'aigua ha parlat i fluït a través d'Islàndia. Si això continua, la terra perdrà el pur so d'aquesta antiga font de saviesa.
Sabrem preservar aquesta naturalesa?




3 de des. 2012

El vell que feia florir els arbres




En Li Xiao era un vellet pobre, molt pobre, que tenia per veí un altre vell com ell, però ric, molt ric.
Li Xiao tenia un preciós presseguer, que feia uns préssecs de flaire, gust i color com pocs. Un dia, un noble, va passar per davant de casa de Li Xiao i li va demanar un préssec. El va trobar tan bo, que li va pregar que portés cada dia préssecs a l’emperador, (que tenia els seus estimats presseguers sense fruitar d’ençà molts anys), mentre durés la collita.
Fer feliç l’emperador li va dur respecte i fama, de la qual mai va presumir.
El veí, rabiós de veure la sort de Li Xiao, va esperar la nit i va tallar de socarrel el presseguer.
L’endemà, Li Xiao, va veure com l’arbre de la seva sort era a terra. La seva dona, el va voler consolar i li va pregar de no llençar-lo.
Va aprofitar el tros més gruixut del tronc per fer-ne un morter i la mà per molrar. Quan l'endemà hi va posar un grapadet d’arròs per fer-ne farina, s’adonà, astorada, que l’arròs creixia incansable dins el morter.
Generosos com eren, van dedicar-se a fornir de farina tothom qui ho necessitava.
El veí, envejós de veure com Li Xiao i la seva muller eren de nou estimats i recompensats per tothom, li va anar a demanar un vespre el morter, amb una excusa qualsevol.
Naturalment, quan va tenir el morter a casa, el va cremar, sense esperar res dels seus favors. Quan la dona de Li Xiao li va anar a demanar el morter, ell, sorneguer, li va tornar un piló de cendres, tot i explicant-li que accidentalment el morter s’havia cremat.
Li Xiao, en rebre les cendres, entristit i enfadat alhora, en va llençar un grapat al jardí. Vet-ho aquí, que les cendres van anar a parar sobre un ametller sec, mort, que feia anys que no floria. Meravellosament, al cap de poc, l’arbre eixorc, va florir i va fruitar en molt menys temps que un fruiter qualsevol.
La muller va consolar Li Xiao, dient-li que ara se’l coneixeria com el vell que feia florir els arbres, i curosament, va guardar les cendres que quedaven del morter cremat. Així és que, la seva fama va arribar a palau i l’emperador, (recordeu que tenia uns presseguers vells i mig morts, que havien sigut tota la seva alegria), va fer cridar Li Xiao per tal qui li fes meravella. I meravella fou.
Les poques cendres que quedaven, escampades amorosament per sobre dels arbres, van aconseguir que l’emperador perdés la seva tristesa i guanyés un amic, que va ser ben tractat i respectat fins el dia de la seva mort. El veí encara es rosega les ungles de ràbia.

Conte xinès.


Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...